lunes, 18 de julio de 2011

Copiepresse y el ostracismo

 
 

Enviado por jaime a través de Google Reader:

 
 

vía El Blog de Enrique Dans de Enrique Dans el 17/07/11

La supuesta victoria judicial de Copiepresse contra Google a cuenta de los derechos de autor de los titulares y fragmentos de noticias empleados en Google News ha terminado dando un giro interesante: a modo de "maldición del ganador". Un par de pleitos más como este "ganados" por la asociación de editores de diarios belgas, y posiblemente se vea obligada a desaparecer por falta de diarios belgas que asociar.

¿Qué ha pasado exactamente? Copiepresse denunció a Google en el año 2006 por supuestas infracciones del copyright en su producto Google News, a pesar de que Google News contribuía sustancialmente al tráfico de dichos periódicos y, además, carecía de publicidad en sus páginas. La demanda de Copiepresse era profundamente absurda: Google News es un producto voluntario. Se puede salir de él en cualquier momento simplemente solicitando a Google no ser incluido en la recopilación de noticias, o bien utilizando el fichero robots.txt, o estándar de exclusión de robots o atributos como NO INDEX, NO ARCHIVE o NO SNIPPET, que inmediatamente evitarían su uso por parte de este tipo de servicios, para excluir al motor de búsqueda. Sin embargo, en lugar de utilizar estas posibilidades, Copiepresse decidió llevar a juicio a Google reclamándole un pago en concepto de derechos de autor. Obviamente, lo que pretendía Copiepresse no era la exclusión, sino llevar a cabo un chantaje que obligase a Google a pagar. Inexplicablemente para cualquiera que entienda un mínimo de tecnología, Google perdió el juicio y la correspondiente apelación, y los jueces condenaron a la empresa a pagar una multa de veinticinco mil euros al día por cada día que mantuviese los enlaces a los periódicos denunciantes.

Lógicamente, Google decidió cumplir el mandato judicial. ¿Qué ha hecho? Lo solicitado: excluir a los periódicos de su índice. Ahora, no es posible encontrar a los periódicos belgas en Google News. Pero tampoco en Google. Y los periódicos belgas todavía van, y protestan. A ver… ¿estar, o no estar? La paradoja resulta clara y evidente: lo que querían los diarios belgas no era no estar, sino estar y cobrar por estar. Pues vaya, la vida es dura: en la economía de la atención, Google paga la inclusión con visitas. Si no las quieres, puedes excluirte. Pero querer lo mejor de cada parte resulta simplemente imposible. Si decides que para incluirte en Google News, Google debe pagarte, y Google decide por tanto no incluirte… ¿de qué te quejas? Google es libre de interpretar la sentencia como quiera. Adelante, ya veremos cómo les va a los periódicos belgas sin aparecer en Google. Que con su pan se lo coman.

La decisión de Google podría haber tenido lugar en España si la Asociación de Editores de Diarios Españoles, AEDE, hubiese decidido llevar a juicio a la compañía a cuenta igualmente de Google News, caso sobre el que escribí en su momento. Finalmente, AEDE, tras varias reuniones y exigencias de pagos a Google a los que Google dijo "no" (en ese caso, Google no defendía únicamente su derecho a vincular contenidos, sino el derecho de todos los usuarios a vincular contenidos: en caso de haber obtenido el pago de Google, la siguiente idea feliz de los periódicos era demandar un pago amenazando con la denuncia ¡a todo aquel que vinculase sus contenidos!!), decidió, no sin importantes disensiones internas, no llevar el caso a los tribunales. Hoy podemos ver, a la luz de las consecuencias para Copiepresse en Bélgica, que la decisión fue afortunada.

Obviamente, dar el paso de la exclusión sin mediar una orden judicial resultaba a todas luces absurdo: el balance en juego es la calidad de los resultados del buscador. Un buscador debe intentar mostrar la información que existe sobre algo, y en muchas ocasiones, esa información puede estar en las páginas de un periódico. Si muchas páginas se autoexcluyesen del índice de un buscador, este podría llegar a tener problemas de calidad de resultados, como bien sabe Murdoch, que llegó a especular con dicha idea. Excluir dicha información supone indudablemente perder calidad, pero… ¿qué hacer si esos periódicos exigen judicialmente ser excluidos? La interpretación de Google es la que resulta lógica en un caso así: que no valen medias tintas. No puedes exigir ser excluido de un producto como Google News, del que te podrías excluir tú mismo sencillamente pidiéndolo, pero pretender mantenerte en el índice como si tal cosa. O a las duras, o a las maduras. O se integra uno en la economía de la atención y acepta ser indexado, o se excluye y, en consecuencia, no se es indexado, con todas las consecuencias de pérdida de tráfico y relevancia que de ello se puedan derivar.

Los periódicos belgas lo han conseguido: su insistencia por conseguir una contraprestación económica por parte de Google ha culminado con su exclusión del índice, con el ostracismo digital. Ya veremos qué tal les va por ese camino.


 
 

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